Un mismo proyecto de carretera no tendría los mismos impactos si se hace en la costa o en la sierra, que si se hace en la amazonía, por lo que se trata de evaluar cada uno de acuerdo al entorno en que se construiría, su función y los costos que traería (no solo pensando en los económicos). En la región amazónica, las carreteras suponen ambientalmente no solo un riesgo de deforestación, sino que se convierten en un medio de entrada que puede incrementar la minería ilegal (y sus propios impactos), la tala ilegal (y sus propios impactos), la caza ilegal (y sus propios impactos), otras actividades ilícitas como el narcotráfico y la pérdida de bosques al ser convertidos en tierras de cultivo.
Este panorama es serio, pero real. Podemos ver, por ejemplo, la situación de Madre de Dios en esta animación hecha con imágenes de Google Earth, que nos muestra una vista satelital a septiembre de 2015, y nos permite ver claramente cómo áreas deterioradas se concentran en buena medida alrededor de la carretera Interoceánica Sur.